«Ser o no ser: Versión española»

San Bruno (c. 1645), Manuel Pereira. Estilo barroco. Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

¿Ser o no ser?, ¿esencia o existencia?, ¿idea o sustancia? El gran problema metafísico que ha castigado a los filósofos, teólogos y artistas desde el principio de los tiempos también ha provocado dolores de cabeza a los gramáticos. Para resolverlo determinaron que «ser» es un infinitivo que expresa un acto, por lo que crearon el participio presente «ente» (en latín, ablativo de ens-entis). Sin embargo, con tantos seres hablando sobre el mismo y complicado tema, no pudieron evitar que se contaminara la lengua añadiendo ciertos calificativos al verbo ser que ahora nos generan una duda y nos llevan a preferir «no-ser«. De este modo, hay muchísimos atributos en español que preferimos «no-ser» pero que definen el carácter de algunas personas. Conocer bien las diferencias es fundamental para comprender bien su significado:
‘Ser un quijote’: Define al hombre que antepone sus ideales y actúa de forma desinteresada en defensa de causas que considera justas (aunque no lo consiga). También refiere al hombre alto, flaco y grave, cuyo aspecto y carácter recuerdan al héroe de Cervantes.
¿A alguien le gustaría que le dijeran: —Cuando leía El Quijote, me imaginaba a un hombre como tú bueno, no tan delgado—? Creo que una afirmación así deja la autoestima de cualquiera por los suelos.
‘Ser un machote’: Refiere al hombre vigoroso, bien plantado, valiente. A veces se utiliza de forma irónica. Atención, si cuando estás sufriendo al cambiar la rueda de un coche un amigo te dice que eres un machote, puede que más bien se esté riendo de tu cara de esforzado.
‘Ser un melindroso/-a’: En oposición a ‘ser un machote‘, el melindroso es aquella persona que se comporta con una delicadeza afectada y excesiva en palabras, acciones y ademanes.
Mal asunto: como alguien ose llamaros melindrosos, poned vuestra mejor cara y buscad la forma de parecer que sois unos auténticos machotes.
‘Ser un rata’: Es una persona tacaña, que nunca invita y que no quiere gastar su dinero.
¡Uy! Con esto de la crisis, parece que también tenemos plaga de «ratas». Aunque sí que es verdad que los españoles ostentan la reputación de ser muy generosos.
‘Ser un zote’: Es un ignorante, una persona que tarda mucho en aprender, es torpe.
Tampoco es tan malo. Normalmente si eres un poco zote, a la gente le caes bien y se esfuerza en ayudarte. Aunque mejor no serlo.
‘Ser un chulo/-a’: Define a una persona prepotente y orgullosa y que además actúa de forma altiva frente a los demás.
Normalmente si una persona te comenta de forma seria: -Eres un chulo-, la cosa no pinta bien. Si además insiste con: —Eres más chulo que un ocho—, te aconsejo que no seas rata y que le invites a tomar algo, seguro que cambia de opinión. 🙂
‘Ser un picajoso/-a’: Aquella persona con la que no se puede bromear porque fácilmente se enfada o da por ofendido. En realidad, tiene poco sentido del humor.
Esto es la sal de la vida. En general, el picajoso es un poco molesto porque le da demasiada importancia a las cosas pero resulta muy divertido porque lo más normal es que el enfado se le pase rápido.
‘Ser un tiquismiquis’: La persona que utiliza expresiones o dichos ridículamente corteses o afectados.
¡No seas un tiquismiquis! Es muy peligroso. Luego las personas reutilizan lo que has dicho en tu contra.
‘Ser un cenizo’: Es una persona que parece que atrae la mala suerte sobre él y también sobre los demás.
Tampoco seas un cenizo porque todos saldrán corriendo despavoridos en cuanto te vean llegar, ¡por si acaso!
‘Ser un ligón/-a’: Define a la persona a la que le gusta tener relaciones amorosas de carácter pasajero. Es similar a seductor/-a y a ‘ser un donjuán’.
¿Ser o no ser un donjuán? Creo que la mayoría de los hombres lo tienen claro, ¿no? Mal que les pese a las mujeres…
Hablando de ligones, Julio Iglesias es el artista hispano que más discos ha vendido de la historia (300 millones de copias) y con su famosísima canción «Soy un truhan, soy un señor», define la personalidad de un seductor, ¿del seductor español? Habrá que consultar a nuestros seductores fans…
‘Ser un truhan’ hace referencia a la persona que engaña y estafa.
‘Ser un señor’, lo utiliza el cantante para definir a una persona noble y respetable.

Para finalizar, compartimos este divertido vídeo de Tricicle. Esta compañía española de teatro gestual, en la que el humor es la base fundamental de todos sus espectáculos, se caracteriza por la ruptura, la novedad y la improvisación. En este vídeo caricaturizan la canción «Soy un truhán, soy un señor» de Julio Iglesias y la gestualidad de los españoles. Es muy útil para comprendernos porque aún en silencio, seguimos siendo muy expresivos.
Os invitamos a verlo, la sonrisa está garantizada 🙂

Puedes aprender más sobre ‘ser un donjuán’ en este enlace de
¡Eres un donjuán!: Origen del arquetipo