Retos literarios para niños

 

Preguntaba Gerald Durrell a un loro en Mi familia y otros animales: “¿[…] Qué creéis que les pasa a las palabras que no se usan? […] Pues que, si no se les cuida y se les permite hacer ejercicio, se desvanecen, y acaban por desaparecer, las pobrecitas —dijo Loro—. En eso consiste mi trabajo. Una vez al año tengo que ponerme a recitar el Diccionario, para garantizar que todas las palabras hagan el ejercicio imprescindible; pero en el transcurso del año procuro utilizar todas las que pueda, porque en realidad las pobrecillas no tienen suficiente con una sola salida anual. ¡Se aburren tanto, ahí sentaditas entre las páginas!“

Demos una nueva vida a las palabras y mezclémoslas en nuestras historias. Os proponemos retos literarios para animar a los niños a lanzarse a la aventura de escribir… ¡con soltura y diversión!

Imagina por un momento que te conviertes en mago y puedes dar vida a un objeto de tu habitación. ¿Qué objeto sería? ¿Qué pasaría? Cuéntanos esa fantástica historia.

 

 

 

Vamos a completar una rima con animales de la granja: ¡En la granja los animales se han vuelto locos!
El pato no para quieto ni un rato.
La Vaca Paca está como unas maracas.
La oveja Aleja…
¿Te atreves a continuar?

 

¿Te gustaría convertirte en superhéroe? En el cómic de Batman aparece la siguiente frase: «No importa quiénes seamos, lo que importa es nuestro plan». ¿Cuál es el tuyo? Relata tu plan de acción para estos días.

 

 

“Acabo de despertarme y ¡oh, no!, ¡soy un pájaro! ¡Puedo volar!” Hoy, como reto literario para los más pequeños (apto para no tan niños), tenemos la posibilidad de ser pájaros y elegir qué tipo de ave nos gustaría ser, hacia dónde volar, con quién… Cuéntanos cómo sería si pudieras poder volar alrededor del mundo durante 24h.

 

 

 “El pato Paco y la vaca Paca tiene la cara flaca y la cigueña Maripeña en decir lo contrario se empeña. La oveja Pelleja…” ¿Sabrías seguir con la rima? ¿Y rimar más animales? ¡Esta tarde date un chapuzón de rimas con el Pato Paco!

 

 

Imagina que al abrir la puerta de tu dormitorio, ¡zas! ¡Viajas al futuro! ¿Cómo sería?

 

 

 

 

¿Qué pasaría si te despertaras y al abrir la puerta de tu casa las calles se hubieran convertido en un bosque fantástico? Imagina que te dejaran salir solo ese día para explorar.

 

 

 

Los vecinos te han dejado un conejo de Pascua sorpresa en la ventana. En su interior, encuentras un mensaje secreto y una misión.